A pesar de la importancia de la aplicación práctica de la teoría, del espíritu crítico, de la curiosidad y de la creatividad durante el proceso de aprendizaje, en el mundo de la ciencia y en cualquier ámbito laboral, estas habilidades no se desarrollan en el sistema educativo actual.
“Yo soy de letras” “Las ciencias son muy difíciles” “Solo los más inteligentes sacan buenas notas en ciencias”. Seguro que has oído estas frases más de una vez, y seguramente las consideres ciertas. Pero ¿y si te dijera que lo difícil no son las ciencias, sino la manera de enseñarlas?
Nuestra forma natural y sencilla de conocer el mundo es a través de nuestros sentidos, de lo que podemos ver y tocar. Desde pequeños, aprendemos con la observación, la imitación y el juego. O, dicho de otro modo, aprendemos experimentando.
Sin embargo, el método de enseñanza que se aplica en los colegios e institutos está muy lejos de nuestra manera natural de aprender. Está enfocado en la parte teórica, pero rara vez se aplican estos conocimientos, se explica su utilidad o, lo que es más importante, se observa y se experimenta. Este método no solo disminuye la motivación de los estudiantes, al no ver la aplicación práctica de lo que se está impartiendo, sino que dificulta enormemente la comprensión y aprendizaje de los conceptos. A nuestro cerebro le cuesta mucho menos comprender conceptos basados en cosas concretas, que podemos ver y tocar, y le es mucho más difícil la abstracción. Además, la experimentación es uno de los pasos fundamentales de la aplicación del método científico: las instrucciones que se deben seguir para realizar ciencia. Hacer ciencia experimentación es como aprender una lengua sin hablarla. Por lo tanto, la aplicación práctica de la teoría científica no solo es de gran ayuda para comprender en profundidad los conceptos vistos en clase, sino que, además, es un paso imprescindible en el trabajo diario de un científico.
Las circunstancias actuales nos han demostrado lo extremadamente importantes que son la ciencia y la investigación tanto básica como aplicada. Pero no es tan conocido que, en la actualidad, el inglés es el idioma de la ciencia. Para cualquier persona que quiera dedicarse a la investigación, el inglés es, al igual que las matemáticas, una herramienta imprescindible en su trabajo. Sin el inglés, los científicos no podrían compartir sus descubrimientos con el resto de la comunidad científica por medio de artículos científicos y congresos internacionales, lo que ralentizaría y dificultaría en gran medida su avance.
Taller de ciencias para niños en Abbey Idiomas
En ¡Abbey! Idiomas en Alcalá somos conscientes de las carencias en el sistema educativo, uno de los motivos por los que las asignaturas de ciencias se consideran difíciles, y que, además, dificultan enormemente el paso desde la etapa de estudiante al mercado laboral. Por ello, ofrecemos talleres de ciencia y tecnología donde se enseña el trabajo real de un científico o un ingeniero y se responde a la tan frecuente y, por otro lado, necesaria pregunta “Y esto, ¿para qué sirve?”. De esta forma, se facilita la comprensión de las ciencias y se fomenta y se desarrolla la motivación y la curiosidad innata de los niños y adolescentes al poder observar la utilidad de su esfuerzo. Además, se entrenan habilidades que no se enseñan en la educación formal impartida en colegios e institutos, imprescindibles en el desempeño de cualquier trabajo: la independencia, la proactividad, el espíritu crítico, la búsqueda de información contrastada y, en el caso de la investigación, la aplicación del método científico. Todo ello en inglés, para reproducir con la mayor fidelidad posible el entorno laboral real de una forma amena y divertida. Porque la ciencia y la tecnología no son sinónimo de aburrimiento. La vida de cualquier científico es pasión, descubrimiento y creatividad. ¿Te atreves a sumergirte en el maravilloso mundo de la ciencia a traves del taller de ciencias para niños?
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Marta Cobo Simón
Profesora de Science en ¡Abbey! Idiomas en Alcalá
Estudiante de doctorado en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC)