Cuando pensamos en aprender inglés o mejorar el nivel que ya tenemos todo son buenos propósitos e intenciones, al igual que ocurre a principio de cada año con eso de perder peso, dejar de fumar o apuntarnos al gimnasio.
Conseguir tus objetivos no es difícil y aunque te lo pueda parecer, no es imposible. Pero hay que ser constante. La metodología de enseñanza del inglés o de cualquier otro idioma ha cambiado mucho a lo largo de los años. Ya no se centra todo en aprender gramática y el vocabulario, sino que la prioridad es la comunicación y el uso del idioma en situaciones reales. Pero, ¿Cómo mantener el compromiso para aprender un idioma?
La motivación y gestión del tiempo
Lo primero que debes buscar es tiempo. Tienes que buscar un hueco para el inglés. No importa que sea poco tiempo, pero si debe ser frecuente. No sirve de mucho dedicarle al inglés tres horas el fin de semana si el resto de la semana no hacemos nada. Es mucho más útil dedicarle 20 o 30 minutos diarios que un montón de tiempo muy de vez en cuando.
Lo segundo que debes hacer es marcarte objetivos concretos y realistas. Es mucho mejor plantearte sacarte un determinado título o alcanzar un determinado nivel que algo tan abstracto como “aprender o mejorar mi inglés” Te motivarás más y te esforzarás por conseguir tu objetivo. El aprendizaje debe ser progresivo e ir avanzando en dificultad según se avanza para no perder la motivación. Si te marcas unos objetivos demasiado altos para tu nivel de inglés, te desmotivarás, te frustrarás, y acabarás abandonando.
Como decimos la constancia es fundamental. Pero ¿qué pasa si una semana estamos a tope en el trabajo y no tenemos ni tiempo ni ganas de dedicar nuestros 20minutos diarios al inglés? Intégralo en tu rutina diaria. Pon tu móvil en inglés, escucha música o ve películas en versión original. Fortalecerás tu comprensión, te acostumbrarás a distintos acentos, y, sobre todo, te entretendrás al tiempo que lo haces.
Herramientas para aprender inglés
La formación de idiomas online, que ya crecía antes de la pandemia, se ha impulsado durante este último año, debido a las medidas de seguridad contra el coronavirus. Pero es que además los alumnos se han dado cuenta de que las clases online funcionan igual que las presenciales, con el mismo tipo de estructura, con la misma interacción entre los alumnos, pero de manera mucho más cómoda. Ya no tienes que salir corriendo de casa para no llegar tarde a clase. Te puedes conectar a tu clase online estés donde estés.
Herramientas digitales
Además de las clases online, en internet hay multitud de recursos para practicar las cuatro habilidades del inglés (listening, writing, reading and speaking) y en muchos casos, totalmente gratis. El British Council, o la Universidad de Cambridge, a través de Cambridge Assessment English, ponen a disposición de los estudiantes múltiples herramientas educativas como Supporting Every Learner, o distintas aplicaciones que van desde evaluar la ortografía y el vocabulario de un escrito hasta aplicaciones diseñadas para la preparación de exámenes.