Basado en el artículo La Genialidad Lingüística de los Bebés, escrito por Patricia Kuhl, Codirectora del Instituto de Ciencias del Cerebro y el Aprendizaje de la Universidad de Washington acerca del aprendizaje de idiomas para bebés.
Nos dirigimos hacia la edad dorada del conocimiento en cuanto al desarrollo del cerebro infantil. Hemos entrado en una era en la que se ha descubierto que el cerebro de un bebé es todavía un mundo por conocer y que está repleto de maravillosas capacidades por desarrollar. La genialidad lingüística de los bebés, como nos describe Patricia Kuhl, se fomenta a través de la voz humana, la única herramienta que es capaz de provocar la construcción y desarrollo de una serie infinita de conexiones a través de la red neuronal de su mente.
[vc_empty_space height=»25px»][edgtf_blockquote text=»¿Por qué los bebés son unos genios del aprendizaje de idiomas?»][vc_empty_space height=»22px»]
Repasamos algunas verdades sobre las altas capacidades lingüísticas de los bebés, descubiertas por Patricia Kuhl durante sus rigurosas investigaciones:
- Los bebés y los niños son genios hasta los 7 años. A partir de ahí, comienza a producirse un descenso sistemático de la capacidad cerebral para aprender un segundo idioma.
- A los 4 meses, los bebés son capaces de distinguir cada uno de los sonidos de todos los idiomas del mundo. Debido a esta capacidad discriminatoria y adaptativa, se les denomina «ciudadanos del mundo», frente a nosotros los adultos, que somos oyentes «cultura-dependientes», ya que habitualmente sólo somos capaces de distinguir fácilmente los sonidos de nuestra propia lengua. A partir del primer año de edad, comienzan a desaparecer esas capacidades de discriminación.
- La mente de los bebés es sensible a las estadísticas, hecho que les ayuda a registrar el conocimiento. Los sonidos que emitimos al hablar dos idiomas diferentes son, mayoritariamente, distintos entre sí, lo que funciona como una estadística que los bebés son capaces de distinguir y registrar, y que les permite diferenciar entre una multitud infinita de sonidos, convirtiéndose así en lo que denominamos «ciudadanos del mundo».
- Los bebés entre 6 y 8 meses que perciben los sonidos de un segundo idioma desarrollan el mismo nivel de conocimiento de ese idioma que los bebés nativos, que llevan percibiendo dichos sonidos desde que nacieron.
Para que este «aprendizaje estadístico» se produzca, solo la voz humana es efectiva. No lo son grabaciones de audio o televisión.
- El estudio demuestra asimismo que, con sesiones o clases semanales de aprendizaje de una lengua impartidas por un profesor nativo y que se asemejan a la posible “visita de un pariente lejano”, se activan en el bebé los mecanismos del lenguaje necesarios para la adquisición de un idioma diferente al de sus padres.
Todo esto pone de manifiesto una premisa muy sencilla: cuanto antes se comienza a aprender una lengua, mucho mejor. Así pues, el niño debe ser expuesto lo antes posible a un idioma extranjero, guiado por una persona nativa que garantice la transmisión correcta de los sonidos que difieren de los del castellano. Esta exposición se debe realizar con relativa frecuencia. Dichos factores le permitirán aprender el idioma con gran naturalidad, de manera espontánea y sin inflexiones erróneas. De la misma manera, y gracias a este entrenamiento recibido en la edad temprana, su cerebro tendrá más plasticidad a la hora de aprender otros idiomas durante la edad adulta.
Si bien es cierto que para aprender un idioma nunca es tarde, aún lo es más que… ¡nunca es demasiado pronto!
¿Cómo trabajamos los idiomas para bebés en ¡Abbey! Idiomas en Alcalá?
En ¡Abbey! Idiomas en Alcalá somos conscientes de los nuevos horizontes y retos que se presentan ante la enseñanza de idiomas extranjeros en edades tempranas. Para ello hemos desarrollado una metodología propia e innovadora, además de utilizar los siguientes recursos que garantizan el mejor aprendizaje para sus hijos:
- Profesorado nativo experto en pedagogía de bebés: solo un profesor nativo garantiza la transmisión correcta de cada uno de los sonidos fonéticos de un idioma.
- Grupos reducidos de máximo 5 alumnos, con presencia de los padres y sesiones de 30 minutos de duración, dos veces por semana.
Para emular “la visita del pariente lejano” es necesario mantener una frecuencia mínima de 2 clases por semana. Para conseguir una atención efectiva de los bebes no se pueden prolongar las sesiones más allá de los 30 minutos hasta los 3 años.
- Metodología basada en la educación respetuosa, con una atención personalizada a los alumnos y cimentada en el apego al profesor/a, respetando el ritmo de aprendizaje de cada niño y trabajando el aspecto emocional de los bebes, porque solo generando un ambiente seguro seremos capaces de garantizar el aprendizaje.
- Es imprescindible que en edades tempranas la transmisión del lenguaje sea natural y directa, por eso en los grupos de bebés no incorporamos todavía la tecnología en nuestras clases ya que, como demuestra P. Kuhl, el uso de vídeos o audios no garantiza el aprendizaje de un idioma.
- Contamos también con un programa de aprendizaje estructurado e inteligente, basado en actividades de juego, interactivas, canciones, cuentacuentos, manualidades, etc., que fomentan la adquisición de vocabulario y estructuras gramaticales sencillas, ya que es muy importante despertar la curiosidad, autonomía y creatividad de los bebes a la hora de adquirir una segunda lengua. Durante las clases aplicamos diferentes técnicas educativas, orientadas hacia escuelas teóricas como Montessori y Waldorf, entre otras. El resultado es que los alumnos disfrutan mucho de las clases y adquieren el lenguaje sin esfuerzo.
De esta manera es como conseguimos asentar los cimientos de su educación para que puedan continuar teniendo un aprendizaje óptimo y muy satisfactorio de los idiomas para bebés en etapas más tardías como la adolescencia o la edad adulta.